Reyna, ya sin maquillaje
Habían pasado ya mas de 6 meses desde que aquel adolescente con aspiraciones a medico me dijera con voz temblorosa , no más por el contenido de aquella información que por su virginidad en experiencia medica , que , debido a una misteriosa enfermedad cuyo nombre apenas y podía pronunciar con dos titubeos y una mirada expectante del tutor , o como dicen , mi médico de cabecera, que voy a morir y no eventualmente como habría de esperarse, si no que , voy a morir, y en este momento el jovenzuelo hace el énfasis tratando de que no haya por mi parte duda y/o malentendido alguno. Esta dichosa y “epidemiologicamente” extraña enfermedad que para mi representa el fin y para el complejo medico traducía una posibilidad de aparecer en una prestigiosa edición de alguna revista ,de acceder a través de mi muerte a la elite de aquellos sujetos pretenciosos que con la mano en la cintura me vienen a hablar de la finitud de la existencia , existencia negada en esta etapa en que toda representación de la vida incluye un futuro. Así, hoy me encuentro en un cuarto con 4 cadáveres sociales que se hunden en reproches al mundo a simple vista , a Dios y su arrogante forma de ejercer su voluntad , mas en el fondo. Yo ,consciente no se ya de que , de mi realidad , de la realidad de mis padres , del tiempo que ya no es tiempo si no solo sonidos sordos intercalados con agudos avisos , alarmas de estas maquinas que sostienen mi aliento y sostienen la esperanza de vida no ya mía ,confieso , si no de todo lo que gira a mi alrededor incluyendo la maquina misma que también busca la reafirmación de su existencia en la perpetuación de la existencia de quien le toma la mano . Yo comienzo a odiar y el odio asusta, a mi me asusta , me asusta odiar las gotas diarias de lluvia sobre al ventana avisándome de la negación de toda posibilidad de volver a experimentarla, odio a esa enfermera y su olor amargo , su mirada enturbiada por capas de maquillaje barato , odio la bola de médicos que día a día viene a gritarme mi impronunciable diagnostico y mi desfavorable evolución clínica , odio a Jesús y su soledad , odio que sufra y que quiera de esa manera justificar mi sufrimiento , odio a todos aquellos que se toman 20 minutos de su espacio , que optan por las escaleras dejando el ascensor en un deseo por dar mas tiempo para encontrar la cama vacía, y que vienen para decirme con su mirada llena de vida, llena de ansias por salir de esta hedionda habitación , que nunca llueve por siempre, y en la ventana no deja de aparecer la irrefutable realidad, odio dudar y odio que todo este odio represente en porcentaje una gran proporción del resto de mi vida. Paso la noche en espera como siempre y entiendo que dentro de mi contexto la espera ya no se visuliaza como se entendía afuera , ha perdido todo sentido esperar porque no hay nada que esperar , lo único que viene es mi muerte y eso lo tenemos bien claro el adolescente con aspiraciones a Dios y yo. Cierro los ojos y procuro dormir pero solo puedo pensar , puta , nunca había gozado de tanto espacio para pensar , ahora todo mi tiempo esta destinado a eso pues ni para cagar necesito el esfuerzo . La mañana es diferente , me perdí por unos instantes y al retomarme me encuentro en otro sitio, la ventana ya no esta al lado y falta también aquel cuerpo del que no supe mas que su diagnostico, también impronunciable . Lo primero que me topo , aparte del maquillaje , es al fondo la parvada esa , y su pase de visita , al parecer hubo un paro y una reanimación , muy bien felicita el mas viejo al jovencito, un trabajo formidable . Ha hecho , creo suponer ; que yo , vuelva a la vida , todos asienten y felicitan al joven , ha hecho que, yo, que ahora sostengo este tubo entre mis dientes que me impide la única conexión social con el mundo , enfrente la vida y la muerte ,lo real y irreal , todo lo absurdo y todo lo paradójico en un mismo tiempo y finalmente salga ¿triunfante? . Lo que sea que haya hecho parece merecer el respeto de los demás, lo que sea que haya hecho no ha cambiado en nada todo este dolor , esta angustia ahora imposible de trasmitir si no es con un lenguaje de miradas, pero las miradas nunca se cruzan , se evitan , nunca dicen nada y cuando dicen parecen gritar una despedida , una lastima que no consigue mas que azotarme mas y acrecentar ya no solo el dolor físico si no el dolor angustiante de este encierro en mi propio cuerpo. Cierro los ojos, y escuchando de nuevo la alarma, ya no me ocupa exaltarme, hay pasos, dolor, y en los pasillos el arrastre de la posibilidad de vivir de nuevo , las voces al fondo con el joven experimentando contra su propio ego , los golpes y el hundirme dentro de mi cama. Todo se desvanece y dejo de odiar, me doy cuenta de lo hermoso que es reyna y su maquillaje de avon, el joven , el viejo y su circulo de pseudociencia , hermoso el sonido del tiempo que se va y ya no regresa, hermosas las gotas que ya no resbalan , hermoso mi impronunciable diagnostico y mi pésima evolución clínica, hermosa mi madre y su angustia por otorgarme el perdón y obtener de mi boca el mío, hermoso todo lo que me toma y lo que dejo incluso hermoso el tubo que ahora sobre mi mano me deja libre para gritar al mundo el reproche de toda mis ansias por dejarlo .
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